Muchos bufetes de abogados no tienen la capacidad de trabajar en sus archivos de casos de forma remota. En algunos casos esta decisión se debe a que desconocen las ventajas que les puede traer, así que hablaremos un poco de ello.

Empecemos por lo más básico, ¿qué significa “práctica jurídica basada en la nube”? La descripción más simple es: la nube permite usar recursos que no tiene localmente en su oficina. El servidor remoto ofrece la ventaja de un equipo mínimo o nulo y, a diferencia de los sistemas locales a los que solo pueden acceder aquellos que se encuentran en la ubicación centralizada, todos los miembros del equipo pueden acceder a la información en la nube desde cualquier dispositivo, independientemente de dónde se encuentren. Además, si cuentan con un software especializado en la práctica legal, el bufete podrá dar seguimiento del tiempo y los gastos, tener acceso a un calendario y asignar tareas, gestionar los contactos y los casos, facturar y pagar en línea, dar admisión a los clientes y almacenar documentos. Las firmas con más de un abogado también pueden aprovechar las funciones de comunicación y colaboración, manteniendo a todos en la misma página aunque están separados.

 Otra de las razones por las que muchos despachos de abogados no trabajan con la nube es porque creen que es más caro, sin embargo, esto es falso. Los sistemas locales requieren servidores que deben instalarse en una ubicación física y deben mantenerse con actualizaciones periódicas para que funcionen de manera efectiva. También deben estar protegidos contra piratas informáticos, spyware y ransomware, lo que requiere una vigilancia constante. A esto se le debe agregar el mantenimiento de estos servidores que generalmente requiere a un técnico en informática. Trabajar en la nube significa que ya no se necesita un servidor para almacenar y administrar datos, ni habrá costos de técnicos. Tampoco hay peligro de que los datos puedan ser rehenes del ransomware.

Otra cosa que se debe tomar en cuenta es que si la práctica continúa creciendo, el servidor local se quedará sin espacio de almacenamiento. Además, con el tiempo, el servidor será obsoleto a medida que mejore la tecnología y tendrá que ser remplazado por otro. A esto habrá que sumarle el costo, el tiempo y el personal requerido para migrar toda la información al nuevo servidor. En cambio, con un servicio de almacenamiento en la nube no hay riesgo de quedarse sin espacio y solo pagará por el almacenamiento que se necesita.

 En conclusión, la práctica jurídica basada en la nube puede ser muy asequible. Además de ahorrarse el costo de los servidores locales y el personal de mantenimiento técnico, se gastará menos en suministros de oficina. También es fácilmente escalable: se puede aumentar a medida de las necesidades del despacho y se puede pagar solo por las funciones que realmente se necesitan. Y el software de administración de prácticas legales puede ahorrar dinero y tiempo a largo plazo a través de la automatización de procesos, como el de la facturación.

---

También te recomendamos…

---

FUENTE:

Rocket Matter, “The Rocket Guide to Working Remotely as a Lawyer”, 29 de mayo de 2020, https://www.rocketmatter.com/practice-management/rocket-guide-working-remotely-lawyer/.