Microrrelatos sobre la abogacía
Cursos
Cursos de corta duración para actualizarte en los temas prácticos del ejercicio profesional. En tres horas estudia la innovación jurídica en áreas especiales del derecho.
Aida Rebeca Delgado Sáenz
Derecho de Réplica
Durante el desarrollo de una audiencia en materia familiar, un abogado molesto y sin argumentos, le dijo que no está capacitado para ejercer el puesto que desempeña como defensor de los derechos de la niñez, porque no es padre.
Lo que él no sabe -pues no hubo derecho de réplica, ni demasiado interés en aclararlo- es que todo lo que ahorra en leche y pañales, lo invierte en libros y cursos.
Si lo supiera, tal vez, le diría que es más seguro encontrar sensibilidad en la crianza de un niño, que en las páginas de un libro de poesía.
Entonces, él le daría la razón, pero agregaría que la paternidad no es mágica, que los buenos padres no llegan a juicios de pérdida, ni obtienen sentencias condenatorias y que eso lo aprendió, con un poco de estadística y otro tanto de sociología.
Adopción
Asistir a este tipo de audiencias, es de las mejores satisfacciones que experimento como abogada. A veces, juego a imaginarme que en lugar de un juzgado, estoy en un hospital, en una sala de maternidad. Al Juez le asigno el trabajo de cirujano y para no demeritar el mío, me coloco la bata de enfermería.
Miro a papá y mamá, tan juntitos y nerviosos. Algunos hasta se toman de la mano y respiran con dificultad. Pasan los testigos, bien podrían ser los vecinos amables que acuden para ver si pueden ayudar en algo y cerciorarse de que todo vaya bien. Hablan maravillas de ellos. Sin dificultades, explican las razones por las que serán buenos padres y la impaciencia que observaron en la espera de su hijo.
¡Un momento! El médico no debería utilizar un mazo para dar la nalgada al bebé. Pero este niño es distinto, el parto no es común: él nació del corazón. Es un poco grande. Tal vez, porque tuvo mucho espacio para crecer. Pero es afortunado. Mamá no puede contener las lágrimas y papá suspira aliviado. ¡Todo ha valido la pena: el tiempo, las dificultades, las noches de insomnio! Ahora están juntos y nada podrá separarlos.
Albina Chaparro Cárdenas
“ABOGADO, una palabra muy complicada a veces, la palabra abogada en lo personal implico, sacar valor y afrontar las cosas. En mi persona, me ha costado sudor y lágrimas, el dedicarme a esta profesión que quiero y adoro tanto. Por que me ha enseñado a valorar cada aprendizaje, cada caída profesional, cada vergüenza por no saber hacer las cosas, a veces la vida nos pone pruebas complicadas, que hasta el más fuerte se debilita. Me he caído una y mil veces, pero eso me ha hecho fuerte, tanto personal como en lo laboral. La palara ABOGADO, va más allá de simplemente ser Abogado. Tienes que entender a tus clientes, más no darles la razón en todo. Me costó trabajo entender, que, así como hay gente buena, hay gente mala, y es en donde entro en conflicto conmigo misma, cuando solicitan de mis servicios, pero veo la magnitud del caso, no por miedo, si no por ética, por ante todo mi ética y valores están por encima. No soporto, las injusticias, las cuales en nuestro país están a la orden, por que lo viví con un familiar que sin importarle las circunstancias de las personas acusan sin fundamento con tal de tener, un presunto culpable a quien poderle imputar los hechos, hablando en materia penal, en materia civil, no se diga, es a base de puros testigos que a veces de ayudarte perjudican más a demandado. Siempre hay que tener un paso delante de los clientes, por que se quieren ver más inteligentes que uno, abusando de nuestra confianza y conocimientos. Conocimientos que a cada uno de los representamos esta bella profesión, sabemos que, con esfuerzo, regaños, o aprendizaje solo, nos hemos ganado el pan de cada día. Es difícil aprender sola, sin que te corrijan, pero es una de las experiencias que más valoras, por el siempre hecho de tener la capacidad de hacerlo y arriesgarte al fracaso. O aprendes o te quedas en la ignorancia. La palabra ABOGADO, es una palabra que abarca emociones, que abarca experiencias, tú decides si tomarlas o dejarlas, tú decides si creces profesionalmente o te estancas.
Los ABOGADOS, luchamos en la actualidad contra tecnicismos, que nos tratan de etiquetar, pero etiquetar de malos comentarios, la gente nos juzga, la gente nos critica, pero no saben el como cada uno de los que nos dedicamos a esta bella profesión, termino con esfuerzo y dedicación su profesión. No es lo mismo, ser hijo de, o ser pariente de, y salir de la universidad y tener tu puesto asegurado, no señor, la palabra ABOGADO, se gana día a día con esfuerzo, con dedicación sin perder nuestra ética y valores, por que mas que ser un ABOGADO, somo seres imperfectos, con virtudes y defectos que el que quiere lucha por sueños y metas. Honestos ganándose día a día el prestigio de las personas con el sudor de su frente al realizar su trabajo digno. Por que se ABOGADO, es ser un ser humano orgulloso de serlo.”
Alejandra Judith Espinosa Torres
«Shh», no hagan ruido, él aún no sabe que me encuentro aquí, en este rinconcito de su despacho.
Hace no mucho tiempo que lo observo, pero todavía no quiero tocarlo, y es que está tan entusiasmado por la audiencia del día de mañana, que de imaginarme a su defendido, la tristeza me está tentando.
Mis notas dicen que hoy es su turno, que debe dejar el papel, la pluma, los libros y a la ley en paz. Asi que, aunque en algo me pese esto, es mi trabajo el que debo realizar.
Me acerco hasta llegar a él, -está sentado-. Toco su pecho. Él me ha visto mirarlo a los ojos, y en la eternidad de un segundo, lo escucho decir estos pensamientos:
“Padres míos, esposa e hijos de mi corazón, fieles amigos, clientes que vieron en mí la posibilidad de una solución. He sido dichoso de ser amado y amarlos, feliz estoy por ser abogado de profesión, y aunque mi vida en estos momentos esté terminando, a cada uno de ustedes, y al Derecho, siempre les dedicaré mi total devoción. Si hay algo que sí lamento, es no poder llegar a mañana para defender a mi cliente Ernesto. Adiós”.
Alejandro Buenaventura Mercado.
Aún recuerdo bien ese momento, era principios del año 2013, febrero para ser precisos, yo ya estaba un poco cansada de mencionar que era ¨Abogada de médicos y hospitales¨, pero nunca había logrado algo que para mí fuera tan relevante, honestamente estaba un poco decepcionada, por haber elegido un sector tan reducido. Sin embargo, ese año y ese mes, fueron completamente diferentes para mí. Me contactó una empresa que tenía más de 20 sucursales de clínicas activas en todo el país y justamente la autoridad recién había suspendido una de ellas, tenían 3 meses cerrados por omisiones. Pero el reto adicional era que debía llegar a la sede al día siguiente y sólo era viable si tomaba un avión de inmediato. Fue así como logré abrir esa clínica en 3 días de trabajo, sentí como todo lo que había estudiado había la valido la pena; desde entonces hasta hoy, no he dudado ni un minuto en dedicarme a lo que me dedico.
Alicia Arroniz
Ser o no ser abogada esa fue mi cuestión, hasta que conocí al derecho laboral, algunos años después de graduarme, cuando trabajé en el ICATI. Mi labor era encargarme de las demandas laborales en contra del Instituto; mi jefe fue quien me abrió la puerta al país de las míticas relaciones patrón-trabajador. Cada vistazo a la ley del Trabajo me adentraba más en el territorio de los trabajadores y sus derechos en México, cuya bandera es el contrato de trabajo ¿Cómo era posible que un simple pedazo de papel simbolizara la lucha histórica de clases?
Así, recorrí el valle de las prestaciones sociales, la indemnización constitucional, la carga de la prueba… Valle que muchas veces se parecía más a una ciénaga que a aquella tierra prometida. Recuerdo bien el bullicio de las tertulias de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, pues era un desfile de abogados laboralistas. En ese entonces el laudo me parecía la parsimonia personificada. Esa es mi historia de abogada novata en el universo laboral. En efecto, sin esperarlo hallé una perla del derecho que me enseñó el gusto por mi profesión y que me motivó años después a estudiar una maestría orientada al contrato de trabajo internacional…
Ana Carina Moreno Castillo
Angel Daniel Tun Ek
¡Los abogados son ladrones con corbata!
Es lo primero que dijo mi padre al escuchar que estudiaría Derecho, pero no me importó su crítica por lo que seguí firme con mi decisión. Ya estando a más de la mitad en la carrera limpio mi cuarto y me encuentro con una demanda por alimentos en donde el demandado era mi padre, pero la parte actora no era mi madre sino otra mujer. Entre reclamos pedía una explicación de lo sucedido y resulta que él tuvo “una aventura” en donde procreó un hijo y ella, como cualquier madre, conforme a su derecho corresponde lo obligó hacer el pago de la pensión alimenticia, esa sentencia marcó mi vida para siempre. Hoy ya graduado, mi hermanastro ha cumplido la mayoría de edad y mi padre está hundido en el alcohol porque sigue pensando en cómo un “licenciado” destruyó su familia. Me acerco lentamente a él y le digo —el problema no es la carrera, muchas veces tomamos decisiones que no son las correctas, pero tanto los abogados como los seres humanos tenemos que buscar soluciones y seguir adelante con nuestras metas. Vamos yo te voy asesorar, porque hoy un “licenciado” te va ayudar.
Estudiar y trabajar ¿Un plan conveniente?
Los estudiantes de derecho que dan sus primeros pasos en la abogacía, desean ingresar, lo más pronto posible al litigio, sin embargo, la mejor época para comenzar a trabajar es cuando todavía se estudia, a mitad de la licenciatura. ¿Por qué a la mitad de la carrera? A la mitad de la carrera ya se conocen los elementos necesarios para comprender los hechos y actos jurídicos.
Si el plan del alumno es laborar desde el inicio de sus estudios, puede no comprender la lexicología utilizada, no conocer la ubicación de las autoridades y no saber la manera correcta de redactar determinado acto jurídico.
Integrarse al mercado laboral, siempre genera dudas, nerviosismo y muchas otras emociones, el consejo que puedo darles es que siempre actúen y hablen con seguridad, que se empapen del tema que deban defender y se impongan al punto de la contraparte, la cual no siempre será el abogado contrario, sino las diversas autoridades y nuestros propios clientes.
Como diría el maestro Eduardo Couture, en su Decálogo del Abogado, tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.
Anny Rebeca Lara Gutiérrez
Vocación Reseteada
¡Hoy fue un día difícil! ¡No tengo deseos, ni fuerzas para hablar! He llegado a casa con deseos de apagarme por completo. ¡Cuánto desearía tener un interruptor! Para desconectar mis pensamientos y esas sensaciones que produce el desánimo. ¿Qué le pasa a todo mundo? Pareciera que los problemas nunca tienen fin. Como si no fuesen adultos, con capacidad de razonar, para sentarse a dialogar y solucionar sus diferencias, sin complicar tanto las cosas.
¿Para qué estudié leyes? Más me valdría renunciar y buscar un trabajo diferente. Uno más práctico, con menos responsabilidades, en donde trate con máquinas y no con personas. Tal vez, es hora de entender, que por más intentos, resulta imposible cambiar el mundo. ¿Qué necesidad tengo de complicarme tanto? Si nadie valora mis esfuerzos. Me siento como el juez penitente de Albert Camus. ¿Y si hago lo mismo que él? Tal vez, todos los abogados pasamos por este proceso: idealistas en un principio, materialistas y ebrios al final. Quizás, sea momento de abandonar el funcionariado y comenzar a litigar. Después de todo, la justicia cada día parece más escurridiza y el dinero más fácil de alcanzar. Pero, ¿mis usuarios? ¿Quién terminará sus juicios? ¡Mejor dormiré… espero reiniciarme!
Armando León Galindo
Cuando el doctor Miguel Carbonell, cambió mi vida
Al escribir estas palabras, me encuentro en la ciudad de México esperando el medio día para dirigirme al Instituto de Neurología para un estudio programado, mi vida cambió radicalmente en 2015, de ser una persona normal como abogado, a vivir con un tumor cerebral detectado. En ese año, me refirieron a la ciudad de México para realizarme biopsia y conocer las características del tumor; para mí infortunio comencé a luchar contra un tumor maligno que hasta hoy asecha mi vida. Para la atención a mi salud, estuve yendo y viniendo desde Chiapas, a través de twitter supe del Centro de Estudios Carbonell cuando todavía se ubicaban en Viena 22. La primera vez que pisé el Centro, fue para llevar el curso “El Sistema Interamericano de Derechos Humanos” impartido por el entonces doctorante Carlos María Pelayo Möller. Durante mi experiencia y diligencia profesional, no había experimentado el interés y pasión por los derechos humanos, teniendo un impacto indescriptible que marcó mi vida cuando el doctor Carbonell dijo, “les enseñaré técnicas para ganar casos con los DDHH”, desde entonces participo en diversos cursos que me han servido para ser mejor profesional y ser humano.
Artemio Enoch Hernández Martínez
Junta de Herederos
-Su señoría, si me lo pregunta, yo no estoy de acuerdo con que se designe a mi hermana como albacea de los bienes de mi padre. A ella nunca le importó, solo buscaba la manera de aprovecharse de él…
-¿Cómo te atreves a decir eso Juan? ¡Si yo vivía con él, fui la única que la acompañó en sus últimos días!
-¡Permítame, en esta audiencia llevamos un orden y debemos respetar el turno de quien está haciendo uso de la voz! Le indicaré cuando llegue su turno.
-¡Gracias, señora Juez! Como decía, Lorena no debe hacerse cargo de la administración de los bienes. Es verdad que ella vivía con nuestro papá, pero no precisamente por su buena voluntad. Digamos que no le tocó muy buena suerte en el amor. Además, no fue ningún sacrificio, mi santo padre, que en paz descanse, era su garantía de sustento y se podría decir que hasta le daba lujos. Pero estoy seguro que si permite semejante propuesta, para cuando lleguemos a la sentencia, no habrá ningún bien para repartir. ¡Yo prefiero que sea la Lupe, ella si sabe cómo administrar!
-¿Qué? ¿Su amante? Si ella ni derecho debería tener a heredar. -¡Orden, por favor!
Belem Armida Torresdey Villazana
Brenda Mariela Báez Trejo
Recuerdo aquella mañana me encontraba en medio de los pasillos de un Juzgado de lo Familiar, siendo tan solo una adolescente de 16 años de edad con los nervios y la incertidumbre a flor de piel a punto de pasar a lo que hoy sé es la Audiencia de Escucha de Menor, me encontraba asistida por un Abogado el cual había contratado mi Señora Madre con gran esfuerzo. Se miraba tan seguro de lo que estaba haciendo que dicha confianza y certeza me inundó, supe que todo iba a estar bien. He ahí mi primer acercamiento con el Derecho, hoy puedo decir que desde aquel día todo cambió para mí, mi vida dio un giro de 360 grados pues supe que existía algo tan grande y a la vez tan humano que me ayudaría a defenderme a mí y a los demás, vi la magia suceder y es por eso que cuando se empieza a complicar este camino de la Abogacía me gusta remitirme a ese gran momento donde fui dotada de una parte de justicia y digo, vale la pena, absolutamente vale la pena hacer llegar a todos una partecita de lo que yo recibí.
Moneda de Cambio
Casi para terminar la carrera, aquellos jóvenes estudiantes se desconcertaron cuando uno de sus maestros lanzara en el aula su más famoso consejo que, dicho sea de paso, nadie entendería hasta tiempo después, cuando empezaron a ejercer la profesión:
– Tienen ahora una responsabilidad con la sociedad, no se olviden de usar lo que saben para hacer algo importante por aquellos que menos tienen, pero eso sí, nunca vayan a prestar sus servicios a su familia, ni a un amigo y mucho menos a una sexoservidora- espetó directo a las caras divertidas de sus alumnos, quienes sabían que, al querido maestro, a veces le daba por chancear.
– A su familia y a sus amigos no, porque si por alguna razón, ajena a su experiencia, llegaran a perder el caso, con él, perderán también familia y amigos cuyos ojos ahora les mirarán con encono.
– ¿Y por qué no a una sexoservidora? –preguntaron desde atrás sin disimular picardía.
– Fácil, porque ellas voluntariamente podrían pagarte con su cuerpo.
– ¿Y? En materia contractual la voluntad de las partes es ley suprema- quisieron sorprender al letrado.
-¡El cuerpo no es moneda de cambio! Nunca se les olvide jóvenes alumnos.
Carlos Alberto Peña Alatriste
El Derecho es Humanidad
Nadie puede definir mejor a la justicia que aquella persona que siente en carne propia la ausencia de la misma, de la impotencia que le genera el estar en una posición donde su calidad humana no es reconocida.
Conozco a una abogada, es mi amiga, estandarte de la tranquilidad de sus clientes. Ella ve detrás de cada expediente a seres humanos de infinito valor que sienten y viven.
Recuerdo aquella ocasión, todos tenemos días malos de vez cuando, donde no nos queremos levantar de la cama. Yo estaba en uno de esos días y con muchos problemas encima. Mi amiga, siendo una autentica compañera, quien antes de practicar la abogacía, ella practica la empatía, se acercó y me dijo:
“Si a tu mamá le deben dinero y no le quieren pagar, si a tu hermano despedido injustificadamente no le quieren indemnizar, si la vida resulta a veces algo injusta; aunque el Derecho no lo soluciona todo por sí solo, debes confiar en la Abogacía como un auténtico instrumento que cambia vidas.”
Esa noche, reflexione que el Derecho es seguridad y sobre todo es humanidad pura.
Christian Giovanni Ballinas Jiménez
Open your eyes
El ser estudiante tiene un propósito: Escuchar la instrucción de nuestros maestros y ponerla por obra; sin embargo, ¿Hacia dónde miramos cuando se es joven e inexperto?.
La abogacía nos enseña ese camino, se ha trazado por aquellos que persiguen la justicia, pero… si no se ama la justicia nuestros pensamientos solo trazan el exilio de una sociedad que ha nacido en cautiverio.
El ser estudiante de Derecho, es una invitación a abrir los ojos ante la indiferencia de la que pocos se atreven a mirar, pero más allá, es liberar a los cautivos, cuyos pensamientos se encuentran coaccionados a permanecer en la duda y el límite.
Hay quienes en este camino abandonan la buena enseñanza, habrá otros que quizá nunca la conocieron. Aún cuando todo pareciera que está perdido, hay que restaurar la enseñanza que obtuvimos al inicio de nuestra formación y comenzar de nuevo a abrazar el conocimiento, aferrarse a la disciplina y no dejarla ir, porque es nuestra vida misma.
Si alzamos la voz, que solo sea para adquirir sabiduría, y junto con todo lo que alcanzamos, ¡Alcancemos discernimiento!.
Solo así, el estudiante podrá llamarse con todo derecho Abogado/a.
Christian Torres Domínguez
¿Usted cree en Dios?
A propósito del día del Abogado me permitiré narrar la siguiente anécdota: una vez que terminé mi carrera de abogado en el CUN, Centro Universitario del Noreste, de mi ciudad Matamoros, Tamaulipas, tenía una gran ilusión de poder ser Defensor de Oficio, -ese abogado que pone el Estado a las personas que no pueden pagar una asesoría legal – y de esta manera poder retribuir a la sociedad algo de lo mucho que había obtenido durante mi preparación profesional, sobre todo porque hice mi carrera becado: goce del 100% de beca durante los nueve semestres, y no era nada del otro mundo, solo que para conservarla había que obtener la máxima calificación, es decir 10, fuera el maestro que fuera, y bueno, si le dedicabas ocho diarias después de clases lo podías lograr. Pues bien: gracias a Dios se me hizo, hubo una oportunidad, y de pronto ya era Defensor de oficio adscrito al Juzgado Segundo Penal de primera instancia, llegué, me presentaron al Juez, al Ministerio Público adscrito, al Secretario de Acuerdos y este me señaló una mesa en la que había cientos de expedientes, y me dijo: Licenciado esos son sus defendidos , y yo (¡?), y estamos de turno, por lo que en un momento más empezaran las audiencias preparatorias en las que tendrá que intervenir como abogado defensor – estamos hablando de los procesos previos a los juicios orales – , sentí una emoción muy grande pero sobre todo mucha responsabilidad, de mi podía depender que se hiciera justicia, – es decir que se aplicara la ley correctamente- vi casos de homicidio, violación, fraudes, abuso de confianza, despojos, asaltos, robos domiciliarios y bicicleteros también. De los muchos casos que recuerdo hay uno que considero debo contarles: era una mañana fría de noviembre de 1996, cuando se apersonó al juzgado un famoso locutor de radio que le llamaban el Amigo del Pueblo – Luis Lauro Gonzalez Roel -, llegó con su estilo muy norteño acompañado de una viejita delgadita, pelo muy canoso, largo, y pregunto: – con su estilo muy peculiar- ¿quién es el defensor de oficio? Inmediatamente me acerqué y le dije: yo soy, en que puedo ayudarlo, en ese momento el Amigo del Pueblo le pregunta a la señora: ¿ es él ?, y la señora le dice que no, que no era yo quien le había cobrado para que si hijo saliera de la cárcel. Como tenía apenas una semana que había tomado el puesto, en realidad no conocía el asunto, pedí el expediente, y resulta que su hijo estaba detenido por abuso de confianza a una institución bancaria, y estaba confeso, es decir había admitido que había tomado $ 150, mil pesos de aquellos, y tenía ya casi dos años en la cárcel. Le dije a la señora que el asunto estaba difícil, que me diera oportunidad de estudiarlo, y que fuera al día siguiente. Estudie el caso para ver cuál podía ser una posible salida. Al día siguiente fue la señora muy puntual a las 9:00 horas, y me dice: ¿Cómo ve el caso de mi hijo ?, usted cree que pueda salir, Licenciado ¿sabe? – me dice entre lágrimas- yo no tenía el pelo así, y mi cara no era tan arrugada, es la mortificación de ver a mi hijo en la cárcel, tuve que vender el terreno donde vivía, pues otro abogado me dijo que con $ 50, mil pesos iba a salir, le di el dinero, y no volví a ver al abogado, y mi hijo sigue ahí. Le dije a la Señora ¿Usted Cree en Dios?, se me quedó viendo como diciendo, y eso que tiene que ver, y le dije: porque solo un milagro puede hacer que su hijo salga, ¿cómo? – pregunto la señora -, y le dije: ya estudié el asunto la única manera de que su hijo salga es que la Institución Bancaria le otorgué el perdón. Venga vamos a buscar al representante legal del banco, fuimos, afortunadamente el abogado del Banco había sido mi maestro en la universidad, recordó el caso, y me dijo: por mí no hay problema es más el banco ni siquiera me ha pagado, si el banco está de acuerdo, yo le otorgó el perdón, fuimos con la representante legal del banco, y muy amablemente nos dijo: bueno consideramos que este joven ya obtuvo su merecido, pero solo por no dejar le vamos a pedir mil pesos, si me trae mil pesos le otorgamos el perdón, le dije a la señora consígalos, consiguió los mil pesos, entre billetes y monedas, los entregó en el banco, y de ahí la orden de que le otorgaran el perdón, el representante legal del banco firmó el perdón, – como era un delito de querella necesaria operaba el perdón- fuimos al Juzgado, se ratificó el perdón y de ahí la orden de salida del joven, la señora no lo podía creer, en menos de una semana de que había ido a buscarme, su hijo estaba a un paso de salir. Fuimos al penal, Centro de Readaptación Social, (CERESO) yo entregué la boleta de salida – es decir la orden dada por el Juez – para que el joven saliera. Dice el joven una vez que estuvo libre, Lic, no lo puedo creer, ¿cómo le hizo para que me perdonaran la deuda? Eso se lo debe usted a su mamá que habló para que te otorgaran el perdón. Recuerdo la cara de felicidad de la Señora, y del joven, eso es una de las grandes satisfacciones que da nuestra Carrera, poder ayudar a quien lo necesita. La señora quería regalarme cien pesos, mismo que no acepté, al día siguiente me llevó de regalo: un perfume del AVON, porque vendía esos productos, se lo acepté. Después que se retiraba la señora, me dijo: gracias Licenciado, y sí, claro que Creo en Dios.
Claudio Vazquez
Tachas de Ley
La abogada sonríe confiada en la sala de audiencias. Es su primer caso. Eligió su mejor atuendo y se siente cómoda con ello. ¿Qué podría salir mal? Conoce el expediente y su prueba está completa.
El Secretario Judicial abre paso al primero de los testigos y comienza a indagar sus generales. Todo marcha bien. Avanza a las tachas de ley. Preguntas de protocolo, es parte de la formalidad. ¡Esperen! ¿Qué ocurre? ¿El testigo ha dicho que tiene interés directo en el juicio? ¿Le han aclarado la pregunta y sostiene que la sentencia sí le beneficiaría? Incluso parece indignado, seguramente piensa en cuál podría ser el motivo para dudar que una sentencia favorable para sus amigos, no es benéfica para él, si le consta lo mucho que han trabajado para conseguirla.
¡Qué caos! Esto no lo previó la jurista y ya no sabe lo que pasará al final del interrogatorio, cuando le pida a ese hombre explicar la razón de su dicho.
Cynthia Edith Gallardo Escamilla
Dianela Alicia Poot Salazar
Viejitos
Llegué a la Junta de Conciliación y Arbitraje al medio día para revisar pendientes. En la entrada, me llamó la atención un grupo de cuatro personas y un abogado que les hablaba con voz reacia:
-Es esto o se buscan otra chamba.
Fijándome bien, veo que los conozco, ¡son los vigilantes del centro comercial que está por mi casa!. Me llevo con ellos desde que soy una niña, siempre han laborado ahí. Me acerqué discretamente a uno de ellos y le pregunte:
-Don Manuel, ¿qué pasó?, ¿Por qué están aquí?
-Dianela –me volteó a ver sorprendido- cambió de administración la plaza, nos van a liquidar y recontratar pero sólo quieren darnos a mil pesos; tu sabes, tenemos más de veinte años trabajando ahí.
Sin pensarlo me dirigí al abogado:
-¿Mil pesos por veinte años de servicios? Eso no es ni el uno por ciento de la prima de antigüedad, ellos no te van a firmar sino los liquidas conforme a lo que es.
-¿Tú quién eres?
-Es nuestra abogada- le dijeron- y no vamos a firmar si no es conforme a derecho.
Entonces, al representante de la empresa no le quedó más remedio que liquidarlos conforme a la ley.
-¡Buenas tardes, Lorenza! ¿Cómo se encuentra hoy?
-¡Bien, gracias!
-¡Me alegra! ¿Sabe por qué se encuentra aquí?
-¡Claro! Fui llamada a declarar a favor de la víctima.
-¿A favor de la víctima o sobre hechos que le constan?
-Bueno, sobre cosas que vi.
-¿Qué fue lo que usted vio?
-Pues mire, el día tres de septiembre de dos mil diecinueve, por la tarde, yo estaba afuera de mi casa, regando el jardín. De pronto vi a una jovencita que venía corriendo y llorando por la calle. Se acercó y me pidió ayuda. Yo le pregunté qué había ocurrido, respondió que un hombre muy feo y sucio la había tocado. La jaloneo mientras cruzaba el parque de la colonia, pero ella alcanzó a zafarse.
-¿Y luego? ¿Qué pasó?
-Pues la acompañé junto con otros vecinos al parque. Alguien llamó a la policía. Cuando llegamos ahí estaba el hombre, como escondiéndose detrás de unos arbustos.
-¿Usted lo vio de cerca?
-Sí.
-¿Si lo volviera a ver lo reconocería?
-Creo que sí.
-¿Podría mirar a quienes se encuentran en la sala y verificar?
-¡Sí! Es él. Trae una chaqueta negra.
-¿Podría ser más específica? Uno de ellos es el defensor.
-El más agachadito.
Diego Alejandro Guzmán Cordero
Palabrero, el abogado Wayuu
A las once de la mañana llegamos al sitio conocido como Piyushipana que en español significa Lugar Oscuro. Ahí se encontraban el Palabrero o portador de la palabra y la familia del muerto. El palabrero, se dirigió a nosotros en los siguientes términos.
– Ninguna cantidad de dinero en el mundo, es suficiente para pagar la pérdida de un hijo o un hermano. Nada en el mundo podrá devolver a la vida a un familiar muerto. Sin embargo, el dolor de los familiares y las lágrimas derramadas por estos, tiene precio.
En ese momento y de manera repentina, el abogado quedó en silencio absoluto. Hizo una indicación con la cabeza a quienes lo acompañaban, los cuales se subieron de inmediato a sus camionetas y se marcharon por la vía que conduce al cementerio que se llama merratuchii; y no volvimos a saber de ellos.
Al llegar a la Ranchería de Jhairo, le contamos lo que había sucedido, y este, nos relató que, en una ocasión, mientras el Palabrero tomaba Chirrinchi en Nazaret, juró a los dioses del desierto, que nunca usaría la palabra en una causa sin fundamento y que, de hacerlo, pagaría con su propia voz.
Diego Andrés Miranda Guzmán
Knock- out
Me dividí siempre entre el boxeo y la abogacía. El primero por gusto, la segunda no tanto. Me decidí porque miré a mi padre en su cuadrilátero; rodeado de libros, estudiando y revisando carpetas, un gancho aquí, un gancho allá, esquivando los golpes bajos de quien acusaba injustamente y dando nocauts con sus argumentos. Lo vi y aprendí de él. Y ahora, estoy aquí, colgando mi nombre en esa puerta con el “Abogado” antepuesto, esperando que suene la campana de mi primer round.
Edgar Francisco Rodríguez Díaz
¿Qué es el derecho?
Eran casi las 4 pm del 14 de septiembre del 2021, ya casi comenzaba mi curso de contratos civiles. Poco después de empezar, el maestro—que también era abogado litigante— dijo que nos presentáramos y que contestáramos una simple pregunta ¿Por qué están estudiando derecho? Cuando llegó mi turno quedé pasmado, pues nunca había pensado profundamente dicha pregunta. “Porque me gustan las leyes” dije. Después de que todos se presentaran, el curso comenzó, pero me había quedado pensando sobre mi respuesta. Conforme se desarrolló la asignatura, el maestro nos contaba anécdotas que él experimentó y hablaba con tanta pasión sobre todo lo que abarcaba el derecho que inclusive me pegó su amor por la materia. Cuando el curso terminó, comprendí que el derecho no solo abarca las leyes, la jurisprudencia, la legislación también son miles de personas que día tras día se levantan para mejorar un poco el mundo, personas que usan su conocimiento para ayudar a la gente, ya sea con un simple tramite o con la búsqueda de justicia. El derecho es una herramienta que todos podemos utilizar para mejorar, no solo como sociedad, sino también como personas.
Belem Armida Torresdey Villazana
Esteban Díaz Montemayor
– Esto no me gusta: en estos libreros caben unos cinco mil libros, pero lo único que hay en son carritos, un Código Penal Federal y la Ley de Amparo.
– Calma, tan pronto nos firme el contrato nos largamos.
– ¿Con quién demonios estamos tratando?
– ¡La Ley de Amparo está editada en 1999, ya ni sirve!
– ¡Cállate que nos va a oír!
– ¿Viste que la puerta del despacho mide como medio metro de ancho? ¿Por qué tiene tantas cámaras afuera? ¿Quién es este tipo?
– ¡Qué te calles!
– Buenas tardes caballeros, disculpen que los haya hecho esperar.
– Bu-bu-buenas tardes. Venimos en representación de nuestro cliente a recoger su firma pa-pa-para el contrato de compraventa del terreno de-de-de su tía.
– Ah, sí, ese asunto. Dígame, ¿dónde firmo?
– A-a-aquí…
– ¡Cómo no! Con gusto.
– ¿Algo más señores?
– No, e-e-eso es todo licenciado. Mu-mu-muchas gracias.
– ¡Carajo! ¿Viste que traía una pistola clavada en el pantalón?
– ¡Ya! ¡Maldita sea, cállate! ¡Firmó el contrato y ni lo leyó! ¡Cobramos los honorarios y nos largamos de esta maldita ciudad! – ¡Los honorarios, los honorarios, es lo único que te importa!
Los honorarios y sus extras
“ – Licenciado, aunque hayamos perdido el juicio sé que usted hizo todo lo posible por ganarlo, y reconozco sus conocimientos. Permítame liquidar sus honorarios, y dejar un extra para sus auxiliares. Por favor, acepte…”. El abogado despertó del sueño. Deseaba ir al baño, pero no quiso tropezar con las botellas vacías de Tonayán. Por una ventana rota, el viento frío de la madrugada se colaba.
Estuardo Dodero Campos
Y tú… ¿Quién eres?
Represento el llamado a auxiliar, puedo tener muchas personalidades y estar en varios lugares a la vez, desde un juzgado hasta en un reclusorio, mi arma más poderosa para combatir las injusticias las llevo debajo de mi brazo: mis leyes; yo iré a la primera señal de ayuda que necesites, puedo tener el papel de asesora o de defensora de acuerdo a tus necesidades, como escudo protector tengo diferentes recursos, depende de la materia en la que se tenga que luchar, trabajo desde diversas trincheras en donde tengo que alimentar mis conocimientos para salvarte, mi traje en algunas ocasiones es uniforme y en otras ropa formal, mi jornada laboral no respeta horarios ni días, es mi obligación entrenarme todos los días a través de la lectura, si esto no fuera así me quedaría rezagada en la carrera, mis valores son la justicia y el compromiso, mi compañero fiel es el Derecho que es siempre la insignia que llevo como estandarte, en conclusión: SOY TU ABOGADA y siempre actúo sin olvidar mi principal propósito: mi deber es luchar por el derecho, pero el día en que encuentre un conflicto del derecho con la justicia, escogeré: la JUSTICIA.
Everlyn De Los Santos Bojórquez.
El conocimiento y la determinación
Vives en busca de trascender en la abogacía; suena tu teléfono, es tu primer asunto Penal y es por una posición simple; 2 g de narcótico, sabes que estás frente a un caso no tan grave.
Como un apasionado abogado, te desbocas por aprovechar cada etapa procesal en la que te encuentres y al ver que tu cliente ha sido vinculado proceso y cuenta con medida cautelar de prisión preventiva justificada; tu edad, tu falta de experiencia y tus ganas de demostrar todo tu conocimiento te llevan a intentar una variación de medida cautelar.
El juez de control no comparte tu idea y te confirma la prisión; terminas con un mal sabor de boca, les comentas a tus clientes que las cosas no fueron como esperábamos. Te Pregunto; ¿por este motivo hay que rendirse?
Confías en ti y reestructuras tu estrategia, refuerzas tus conocimientos y te das cuenta que nada está perdido; tu emoción y falta de experiencia hizo que no vieras otra posible solución
Nueva audiencia, ya no es tu prioridad variar la medida, tu prioridad es la libertad, utilizando las herramientas que el SPA te brinda y Consigues una Suspensión Condicional del Proceso. ¡Hoy aprendiste, hoy ganaste!
Martínez Diego Alejandro
Derecho & Abogacía
El derecho de una forma general puede ser considerado como un instrumento de control social, que nace principalmente como una respuesta al conflicto. Si pensáramos en un mundo en el que no existiera el derecho definitivamente estaríamos vulnerables ante cualquier tipo de abuso. El derecho es un elemento fundamental de cada Estado, pues este obliga a todas las personas a someterse a una regulación que es necesaria para el bien común. La importancia de esto radica en que si el Estado está sometido al derecho nos garantiza una protección a los ciudadanos. Si dejáramos que nuestras autoridades actuaran según sus intereses, seguro recibiríamos afectaciones de todo tipo como ya ha sucedido en el pasado. La abogacía en este sentido tiene una gran responsabilidad social. Nosotros los abogados principalmente al ser estudiosos del derecho tenemos que vigilar que ningún tipo de autoridad pueda actuar fuera de lo que se le es permitido mediante una norma anteriormente escrita, y que todas sus actuaciones se basen siempre con respeto a los derechos humanos. Pues, si nosotros como ciudadanos permitiéramos que los poderes actuaran a su conveniencia perderíamos el Estado de derecho y nos encontraríamos en un País lleno de abusos y arbitrariedades.
González Castro Isaac Jaret
Hermann Mejía Méndez
La importancia de registrar la cedula profesional
Un día estaba en el despacho y se presentó el secretario actuario del Juzgado Octogésimo Noveno de lo Familiar, para notificarme la fecha de celebración a una audiencia en un juicio intestamentario. Ante esa situación fui al Juzgado para conocer al secretario de acuerdos, le solicite el libro de registro de cedulas profesionales para inscribirla accediendo con gusto, cotejo los datos firmando de conformidad.
El día de la audiencia, la colitigante me pregunto que si traía mi cedula profesional, le dije que no, el secretario de acuerdos escucho el comentario, ordenándole a su asistente me apercibiera para que en el término de tres días la exhibiera. Le respondí que ya estaba registrada en el libro, omitió mi argumento a lo que le conteste si no valía el registro lo tirara a la basura.
El secretario mencionado se levantó visiblemente molesto, fue a consultarlo con el proyectista de sentencias, después de un buen rato salió encolerizado, aventó el libro en el escritorio con la indicación que me buscara, localice el registro y de mala gana lo acepto, dejando sin efectos el apercibimiento. La contraparte no dijo nada y continúo la audiencia.
El derecho a la protección de la salud, caso quimioterapias falsas a los niños con cáncer en Veracruz
Justo cuando se convertía en noticia mundial el fraude en la administración de quimioterapias falsas a los niños con cáncer, durante la gestión de Javier Duarte como gobernador de Veracruz (2010-2016), me tocó garantizar y anteponer el respeto a la dignidad humana.
Como presidenta de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, AMANC Veracruz, de 2017 a 2019, conocí la problemática del sector salud convirtiéndome en actor legítimo para hacer valer ante las autoridades el derecho a la protección de la salud; como un derecho humano para todos, conforme a la reforma Constitucional de 2011.
Vivir este cambio paradigmático, representó mucho, ya que trajo a mi presente lo estudiado hace 30 años en la carrera de Derecho en la Universidad Cristóbal Colón de Veracruz en uno de mis libros favoritos “Las Garantías Individuales” de Ignacio Burgoa; con su guía, estudié sus orígenes, evolución, clasificación y formas de hacerlas valer. Y así fue… la vida me dio la oportunidad de ser parte de este proceso evolutivo de los derechos humanos en México; logrando durante mi gestión cumplir todos los protocolos médicos puntualmente y creando una cultura de salud a través de programas de detección oportuna del cáncer infantil.
Isabel González Sicilia Muñoz
El derecho es mi vida y mi pasión
Aprender sobre derecho es la mejor decisión en mi vida, ya que durante mi duración de estudiante me he esforzado constantemente, sin embargo, esta decisión encamina angustias, ansiedad y dificultades por el temor de equivocarse, dedique horas leyendo diferentes libros como el contrato social de Juan Jacobo Rousseau, el jurado resuelve de federico sodi, análisis de códigos. leyes, jurisprudencias etc.Un profesional debe ofrecer una preparación excelente y especial en triple sentido: capacidad intelectual, moral y física. Debe de tener conocimientos actualizados para el ejercicio de su profesión, debe de esmerarse por tener una conducta impecable, digna, honesta, seria y noble en el ejercicio de su profesión y en toda su vida. Desde el inicio de la licenciatura en derecho disfrute ayudar a los individuos a resolver sus problemas, por exiguos que sean, siempre tenía ese deseo de que algún día la realidad la cambiará, que se dejaran de cometer tantos abusos con las personas, tragedias desagradables o corrupción; pero conforme pasaban los años yo iba creciendo, y madurando en mi forma de pensar. Tal vez ahora ser abogado ya no es tan popular como antes, un ejemplo, Cuándo el abogado contrae deudas con terceros y no les paga o emite letras de cambio. Esta conducta no solo lesiona la reputación personal del profesional, sino también el prestigio de la categoría profesional, porque existen abogados corruptos y desinterés en la actualización del derecho, la reputación de un abogado es considera como una persona sin ética y que busca su propio beneficio. La función social de nuestra profesión radica en la defensa de la dignidad humana. Este es el objetivo último de la abogacía y motivo por el cual se justifica la necesidad de establecer unas normas deontológicas para su ejercicio
Así mismo, deben tenerse en consideración la igualdad y la justicia que se rigen en nuestra sociedad como valores fundamentales, siendo necesario para su defensa.
Manifestaba: SANTO TOMAS DE AQUINO:” Iustitia est habitus secundum quem aliquis,constanti et perpetua voluntate,ius suum unicuique tribuit”
La justicia es un hábito en el que uno, con voluntad firme e inagotable, concede a cada uno su propio derecho
La abogacía no se puede practicar sin título, es decir, sin haber acreditado sus estudios académicos
EL AMOR AL DERECHO: Es la dinámica social en su más autentico sentido, es la razón por la que un profesional se entrega a los demás buscando siempre el camino para beneficiarlo, sobre todo, si son débiles, desprotegidos y pobres, en primer término, el abogado es quien debe dar ejemplo de correcta presentación, puntualidad y regularidad en su conducta, y después lo serán sus colaboradores.
Ismael Xicohtencatl Muñoz
– “¡Deja de hacerte pendejo!”- dijo el agente en aquel cuarto oscuro; un solo colchón, delgado, en el suelo. Un espejo reflejaba su suciedad. – ¡El dictamen llegó desde hace 3 horas! ¡Veme diciendo con cuanto te vas a mochar!
De reojo miré aquel rincón oscuro. Me pareció escuchar gritos de antiguos detenidos, golpes apagados, sádicos regodeándose en el espejo, miradas de terror.
Era mi primer caso con un detenido. Un sistema de justicia nuevo se había echado a andar. La maqueta era pulcra, las entrañas seguían igual.
El detenido era casi de mi edad. Unos cuantos gramos de droga fueron la excusa. El agente, distinto en vestimenta a sus ancestros de la Policía Judicial, conservaba la rudeza y las maneras…
-No hay necesidad- dije intentando aplacar la impaciencia de ese emplacado sombrío. Mi voz era firme, mis piernas temblaban-Tan solo me hubiera indicado que tenía que soltar algo, y listo- dije en tono conciliador.
-Estuviste haciéndote pendejo una hora-respondió él.
-Solo era para ver cómo se movía la cosa por aquí.
Solo había un detenido. Ya somos dos.
Yo estaba dispuesto a cooperar. Conseguiría el dinero y regresaría.
Salí de ahí, respiré. Lástima: para eso no había estudiado.
Iván Arenal Vargas
La vaca que no da leche
Recién comenzaba mis prácticas profesionales y me acerque a colaborar en un despacho especializado en asuntos laborales. Sin embargo, no sabía cómo caminaban los trámites y procesos judiciales, que al parecer es similar en todo el país.
—Licenciado Javier, ve a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, checa si salió publicado el asunto de doña María Cristina, sí es así, agenda el emplazamiento y las cedulas de notificación —me dijo mi superior.
Acudí diligentemente, cheque la listas de cuerdos, solicite el expediente, y solicite fecha para emplazar con la Actuaria, solicitándole la respectiva cedula de notificación.
Llegó la fecha agendada y acudí a la Junta Local, empero, me lleve una sorpresa, la cedula de notificación no estaba lista.
El actuario preguntó a su auxiliar porque no las tenía listas. A lo que este respondió:
—No me dejó para las copias.
— ¿Con quién estas practicando Lic.? —me preguntó el Actuario.
—Con el Licenciado Juan Calles. —¡Aaaa es que ya lo conocemos!, ese es “vaca que no da leche” —Dijo sonriendo. Haciendo referencia a que no dejaba para las propinas o para el refresco, algo que penosamente se vive día a día para el caminar administrativo de los asuntos judiciales.
Javier Arriaga Zacarias
Anécdotas y vivencias de un joven egresado de la licenciatura en derecho ante la realidad de la postulación.
Cuando estamos en las aulas pensamos que el Derecho se torna tan fácil como bien lo leemos, pero se necesita el espíritu de la práctica, de aquellos primeros pasos ante una Agencia del Ministerio Público en materia Penal, o ante una oficialía de partes común ante un imponente tribunal, ante las primeras fallas de la inexperiencia, ante los posibles desvelos por estudiar un asunto que nos llega y nos causa emoción, ante las circunstancias de enfrentarse a abogados experimentados ante el inminente desanimo de no tener clientes, pero la abogacía es más que el traje y portafolio, es una especie de conjuro que te atrapa en sus lazos de amor y te lleva a un mundo donde la argumentación y la dedicación pueden darnos la satisfacción de escuchar una martillazo con un imponente discurso del juez que nos dio la razón.
Asimismo, como caballero andante, como un portador de la verdad, donde la justicia puede imperar desde su dedicación, al joven abogado que nunca deje de tener la expectativa que bajo su dedicación hay un legado y una nueva oportunidad de justicia.
Jonathan Daniel Nuñez Chavez
Jonathan González Rico
Sueños
Él es el conjunto.
Ella la modelo.
Los ojos del público no los pierden de vista. Fue todo un éxito, entre aplausos y ovaciones se despiden…Se cierra el telón.
¡Doctor, al fin despertó!
Estaba sentada en el pasillo, con ella sus dos hijos;
No sangraba aunque estaba herida y no lloraba pese a que había motivos.
Recordaba que la tarde anterior, el Fiscal le decía: – Si no hay muerto, no hay delito.
De pronto salió la juez y dijo:
– Aquí está su orden de protección, ya puede ir a casa.
-¿Ya comieron los niños? Preguntó la juez.
-No, desde ayer; respondió ella.
– No se preocupe. Dijo la Juez
Ya ordené que traigan algo de comer para los niños.
Comenzaba a aclarar la noche, eran las cuatro de la mañana.
Jorge Amílcar Martín Camal
La defensa del chavo
Rafita hirió los sentimientos de su primita al decirle que los niños que iban más de tres días en una semana a la escuela durante el regreso a clases escalonado,como ella, eran burros.
Él no quiso hacerla sentir mal pero le confortaba el no contarse en esas filas, como ella, así fuera solo tres días al colegio.
El domingo, en su torneo de Tae Kwon Do fue descalificado por meter los puños contra un contendiente superior en cuerpo y habilidad arrojando como resultado un ojo amoratado del oponente y un puntapié en la tibia del árbitro que intentó separarlos, ésta sin intención. Camino a casa, le contó a su padre que sabía que saldría lastimado y que tuvo que romper las reglas del combate para no salir tan mal librado.
Expresó que el corazón roto de su prima, el ojo morado de su contrincante, el golpe al árbitro además de los reclamos y diferencias entre los mayores que exigían una disculpa pública de su parte fueron “sin querer queriendo” y yo no encuentro el término adecuado para nombrar a esa extraña combinación entre cinismo, dolo eventual y culpa consciente.
Jorge Lorenzo Rojas Miguel
El derecho y la abogacía
Dentro de este ente eterno y extenso , lleno de leyes, la presencia del abogado hace la lucha del bien del mal, ignorando un peligro latente y amenazante, que embaraza, Procreando una serie de injusticias que afecta a los socialmente débiles, y que hacer como defensor cuando el individuo exclama “abogado, abogado, soy inocente grita el presunto culpable desde el fondo del presidió”, el abogado “todos somos inocente” exclamó con su fuerza moral y su postura recta resaltando esa esencia que solo un abogado posee, en sentido amplio, el ejecutor de la divina justicia, sin conocer el fondo y las dificultades para el acceso a la justicia entrando a ese lado oscuro lleno de perversidad y corrompido por esa fracción de personas inmorales, tu abogado conocedor a profundidad del ordenamiento jurídico educado por el respeto a la justicia, compromiso y responsabilidad social, lleno de habilidades aquellas estrategias de litigación que nacen del estudio profundo del caso de aquellas noches de desvelo en las cuales se sueña con esos textos normativos creando, ensayando y lustrando con entusiasmo el control del proceso, virtuosa y eficiente práctica jurídica, manta divina llena de justicia, “lo logramos, abogado lo logramos soy inocente, grito desde la libertad que libera y empodera el espíritu”.
José David Villanueva Montes
Lágrimas azules
El joven fiscal tuvo que contener el llanto a lo largo de su extensa exposición. Eran los alegatos de clausura y a la vez el motivo de su desvelo. Era su extraño ritual, mantenerse despierto a fuerza de café y de lectura.
Pero no se trataba solo de permanecer despierto, también releía obsesivamente sus argumentos. No daba oportunidad a que el cerebro se desconectara y casi siempre le iba bien.
Esperaba que esta vez no fuera la excepción, y que sus conocimientos jurídicos bastaran y lograran convencer a los jueces sentenciadores de que las personas frente a él, habían integrado una estructura criminal de trata de personas. Cada uno de ellos con funciones muy específicas.
Pero más que eso, a dejar muy en claro, que habían arruinado la existencia de sus víctimas.
El joven fiscal nuevamente tuvo que contener el llanto, cuando después de cinco horas de deliberación escuchó que el presidente del tribunal les dijo a los acusados que iban a dictar sentencia en nombre de una sociedad dolida, que cualquier pena que les impusieran no iba a lograr, metafóricamente, revivir a sus víctimas, mismas que yacían presentes en un apartado contiguo a la sala de audiencias.
José Mariano Cantoral Figueroa
José Rafael Sánchez Sánchez
Relato
Obtuve mi cédula profesional el 29/05/2018. Mi tío Antonio Sánchez D. fue sentenciado por homicidio calificado y violación tumultuaria y dicha sentencia quedó firme mediante la resolución de alzada en el toca penal 1967/1995 de la 1ra Sala del T.S.J de Tabasco.
Mi tío estuvo recluido del año 1990 al 2016 y obtuvo su libertad mediante beneficio. En el año 2018 interpuse amparo directo en contra del toca antes mencionado, ya que si bien es cierto se encontraba en libertad, también lo es que le propuse interponer el amparo para buscar su inocencia.
Al amparo se le dio entrada y se radicó bajo el número 545/2018 en el tribunal colegiado en materia penal del décimo circuito. Dicho amparo fue enviado a la SCJN pero esta decidió no ejercer su faculta de atracción, pero si emitió los lineamientos para resolver dicho amparo.
El amparo se resolvió y se ordenó reponer el procedimiento y que se le aplicara a mi tío el protocolo de Estambul.
A la presente fecha, el juicio se está substanciando en el juzgado penal de Cárdenas, Tabasco, en espera de obtener una sentencia absolutoria y demostrar la inocencia de mi tío y, una posible reparación del daño.
Fragmento del diario de un pasante de derecho
Como pasante, muchas de las veces, te impresionas con todo lo que ves día a día, pues la virtud de la inexperiencia es el entusiasmo que ocasiona aprender algo nuevo, lo cual, a veces y sin darnos cuenta, nos permite explorar nuestra creatividad y dirigirla a la más pura convicción de dar solución a un conflicto y ayudar a los más desprotegidos.
Pues, ¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado que la justicia solo sirve a los más ricos o poderosos? Situación que bien o mal, perturban cuando es uno mismo quien ahora forma parte de esa estructura que se percibe como una maquinaria al asecho por un pueblo a quien se supone, se le sirve.
Sin embargo, somos nosotros, los entusiastas, los que buscamos día a día cambiar ese panorama, somos nosotros, los soñadores, quienes con fe y responsabilidad, buscamos que en los Juzgados en los que participamos se apliquen los criterios de la Corte, se apliquen los controles ex officio, y se garantice un debido proceso y una adecuada tutela judicial efectiva, ¿y todo para qué?
Para que la gente vuelva a confiar en nosotros, el Poder Judicial Mexicano. Nosotros somos el cambio y venimos a proteger al pueblo.
José Ángel Carreón Rodríguez
Pensión alimenticia de abuelos a nietos, obligación moral y no jurídica
Llegó a mi oficina un médico de la clínica del ISSSTE local, su nuera le demandaba el cumplimiento de un convenio judicial; en el que se obligó a pagar pensión alimenticia a favor de sus nietas. No había defensa, ni precedente alguno que le beneficiara ya que fue él quien se obligó a dicho pago.
Planteamos una defensa fundada en el hecho de que se obligó a pagar pensión alimenticia por amor a sus nietas y reconvenimos la cancelación de esa obligación por ser subsidiaria. Se dictó sentencia de primera instancia condenándolo al pago de 250 mil pesos más las pensiones que se sigan venciendo.
Apelación confirma. En el Amparo Directo seguimos la línea argumentativa de la defensa de origen. El Magistrado ponente propuso no otorgar el Amparo, pero no fue apoyado por sus pares y fue retirado de la cuenta para que otro hiciera el proyecto de mayoría.
La sentencia fue aprobada fundada en la fuente de derecho menos usada en la actualidad “la Doctrina”, al invocar a teóricos del derecho como Eduardo García Máynez y otros, estableciendo que la obligación del abuelo era moral y no es exigible judicialmente; asentando tres precedentes. Generando las tesis 2020773, 2020772, 2020771.
Jose Isauro Ramirez Nieto
¡Cuánta razón tenía mi padre!
Durante dieciséis años, algo que mi padre me parloteaba día tras día, era “animo hijo, serás un abogado excepcional con toda la extensión de la palabra, serás promovedor de la justicia pronta y expedita, un combatiente más por un México sin corrupción. Tu madre y yo estaremos detrás orgullosos dándote todo el cimiento que necesites, espero con ansias el día en que estés ganando casos y pongas en alto esta noble profesión. Sé que te asegurarás de que tu cliente se sienta el más afortunado y dichoso de tenerte a tí como su abogado defensor, y es entonces hijo, cuando podrás experimentar ese sentimiento inefable que sentimos los abogados al poder ayudar a alguien cuando lo necesita”.
Y ahora a mis dieciocho años, en mi primera clase de introducción al estudio del derecho, constato y reafirmo que haré del derecho mi vehemencia principal, que será mi impulso por el cual querré despertar todos los días e ir a litigar con todo mi vigor y entusiasmo.
Eternamente gracias a ese excelente abogado que hoy descansa leyendo mis escritos y guiando mi camino con sabiduría, mi perpetuo ejemplo a seguir.
Ahora pienso ¡cuánta razón tenía mi padre!
Jose Luis Verastegui Trejo
El derecho se termina cuando el egocentrismo político se interpone (Enfoque penal)
Soy estudiante, ya laboro con abogados, y al inicio me emocionaba el poder poner en práctica todo lo que me he preparado, no entendía una frase sacramental que se escucha en todos lados “ la teoría es una cosa y la práctica otra”, hoy en día entiendo la frase, pero sigo sin estar de acuerdo, no debemos de permitir que se viole lo que está plasmado en la ley para un fin, y hacer del derecho lo que nos venga en gana, las Fiscalías deben estar dirigidas por servidores públicos que comprendan el SISTEMA ACUSATORIO, que acrediten tener la experticia y actualización para representar a la SOCIEDAD.
Mientras sus titulares sigan siendo “plazas heredadas o vendidas” por políticos, el Sistema Jurídico no se va a consolidar NUNCA. Yo sé que no tengo el poder cambiar las malas prácticas, pero sí sé que quiero sembrar una semilla como muchos litigantes que ya están cansados de esta situación y algún día esos frutos de legalidad lleguen de forma correcta y objetiva a los INOCENTES.
“En algún momento me decepcioné, pero hoy trabajo con pasión, para obtener un verdadero cambio jurídico”.
Joshep Velazquez Vazquez
¿Justicia pronta y expedita?
Cierto día se presentaron en mi oficina un grupo de ejidatarios que me expusieron un caso que versa sobre un conflicto agrario. llevaban consigo un grueso expediente, uno de los ejidatarios me contó que hace ya varios años que el pueblo de donde eran originarios les había encomendado defender los derechos agrarios que les correspondía al ejido, y que ellos estaban a punto de renunciar a dicha pretensión que se les había encomendado, puesto que las autoridades agrarias de su jurisdicción habían demorado ya bastante tiempo, y que había perdido la esperanza de que se les hiciera justicia. Me dejaron el expediente para estudiar el caso citado y se retiraron. Días después de haber estudiado minuciosamente cada uno de los documentos que me habían proporcionado, me di cuenta que se trataba de un conflicto de colindancia entre dos pueblos indígenas, databa nada mas y nada menos que del año 1709. Me enteré por la sentencia que hallé entre los documentos que dicho caso se había resuelto en el año 2019, esto es, más de trecientos años después. La pregunta que deben responder los que visten la toga (tómense su tiempo) es ¿A esto podemos llamar justicia?
Josue Javier Baltazar Castro
Juan Carlos Guerra Gutiérrez
Sentencia condenatoria
El sonido del mallete, resuena con fuerza y hace eco en mi cabeza.
-¡Culpable! -Dice el Juez, con energía.
Culpable, con una seguridad ofensiva, como si le constara todo lo que se dijo en el juicio.
-¡Una pena privativa de libertad de veintiséis años, nueve meses y tres días!- señala con precisión, con un tono de orgullo, como esperando que le aplaudan por esmerarse en las cuentas.
¡Tanto tiempo! ¿En qué pensaba cuando rechacé el juicio abreviado? La oferta no era mala y ahora, dejaré la mejor parte de mi vida entre esas cuatro paredes que tanto odio.
¿Qué pasará con mi familia? Mi hija tendrá treinta, para cuando yo salga de aquí. ¿Hasta dónde les alcanzará la paciencia? ¡Para esperarme, para visitarme! Aunque la abogada me ha dicho que apelaríamos y en el peor de los casos, con buen comportamiento, podría salir al cumplir con la mitad de la sentencia.
Aun así, es más de lo que podré soportar. ¿Por qué lo hice? ¡Daría todo lo que tengo por la oportunidad de cambiar mis decisiones! Espera, no es momento para ser débil. No añadirás a la victoria del fiscal, la satisfacción de tu tristeza. ¿Sonríe? ¡Arrogante, nadie es perfecto!
Mí historia sobre la abogacía y el derecho
Desde niño deseaba ser abogado, mi padre me llevó a tribunales, agencias de ministerio público, juzgados, etc…, comencé leyendo expedientes a una temprana edad. Fui pasante desde los 16 años. Estudié la carrera en un plan cuatrimestral (Enero 2018 – Diciembre 2020), pude pagar mi titulación hasta Enero de 2022 (problemas económicos, jurídicos y médicos en casa). Asesoré algunas personas con preparación para examen EGEL-CENEVAL-DERECHO y elaboración de tesis. Asistí a otros abogados con redacción de conceptos de violación, demandas y más. Así recaudé dinero y logré pagar el trámite de titulación, y apoyar a mi familia. Como abogado: logré que un agente de Ministerio Público determinara un “No ejercicio de la acción penal”, era clara la inocencia, ¡querían incriminarlo!, bastó con buena argumentación oral, sobre la incongruencia de la denuncia y los datos de prueba existentes. Estoy escribiendo un libro de introducción al derecho, sencillo y claro, apto para todo público. Hablo y entiendo algunos idiomas (alemán, inglés e italiano). Los idiomas me han sido útiles para leer fuentes extranjeras. Quiero continuar con mis estudios de posgrado, viajar por el mundo, ser exitoso, realizar un nuevo aporte a la ciencia del derecho, y ayudar a muchos.
Julio César Güitrón Gallardo
Ingeniero y/o abogado
Luis Alberto Cervantes Esparza, hidrocálido, mayor de edad, soltero, ingeniero y/o abogado; ingeniero por legado de mi padre y abogado por mi apetito de conocimiento, adicción a la lectura, amor por la libertad y el prestigio social.
Y ahora el nudo de este microrrelato; en mi ciclo estudiantil de ingeniero la bohemia se convirtió en mi esparcimiento y consecuencia de estos largos peregrinajes conocí a un gran exponente del Derecho en mi localidad y me invita como colaborador, estando a su cargo despertó la curiosidad por aprender ese léxico especializado y exquisito del ámbito jurídico, posteriormente mi divorcio detonó la decisión de estudiar Derecho para estar en contexto y visualizar mi conflicto en otra arista. Después de ocho meses de concluir la retícula que me acredita como licenciado en Derecho, constituir mi firma legal y hacer un recuento de mis aciertos y errores, mi mejor acierto fue decantarme por ser abogado, haciendo una introspección mi crecimiento es inconcebible; aprendí la organización del Estado Mexicano, su ordenamiento jurídico, analizo fenómenos sociales de actualidad con enfoque humanista, me expreso con estética, actúo con cabalidad y rectitud en los diferentes roles que desempeño en la dura faena de la vida
Luis Alberto Cervantes Esparza
Importancia de pertenecer a una organización estudiantil
Genera un cambio con una gran hazaña
Se dice que si quieres ser una persona exitosa, debes rodearte de personas chingonas, que lleven a un gran cambio, gente positiva y con afán de siempre ayudar, eso es para mí el CINED.
¿Qué pasa por tu mente cuando te dicen que un Consejo de estudiantes de derecho ha hecho más que ser un simple “Consejo”?
Fui de los primeros 20 miembros que ingresamos al Consejo Interuniversitario Nacional de Estudiantes de Derecho (también conocido como CINED A.C.); hoy en día somos más de 250 personas miembros, de todas las edades, de todos los géneros, de todos los semestres e inclusive egresadas, de más de 15 universidades públicas y privadas de toda la República Mexicana y con 8 grandes coordinaciones, teniendo así una estrecha alianza con los tres Colegiados de Abogados y Abogadas más importantes de México, organizaciones, asociaciones civiles, fundaciones y demás proyectos que a futuro se ven realizadas. Somos hombres, mujeres y personas de la comunidad LGBTTTIQ+ que está dispuesta a ayudar a otras y, nos honra decir que gracias al CINED hemos logrado muchas cosas y somos quienes somos. El CINED nos abrió las puertas, nos dio la mano y una oportunidad de hacer algo más.
Luis Gregorio García Mendoza
Un buen abogado
Cualquier persona que se dedique al Derecho, independientemente de las ramas del Derecho; todo jurista está obligado a ser facilitador de la justicia. La pieza fundamental para resolver los problemas de nuestra sociedad es un abogado, claro está, con la unión de todos podemos fomentar una buena cultura para resolver problemas sanamente.
Consideraciones de un buen abogado:
– La manera más conveniente para resolver un problema es la conciliación; un buen abogado, debe optar por la conciliación antes de un buen juicio, ya que, en muchas ocasiones, es más desgastante llevar un proceso a judicialización que un mal arreglo.
– Lo más importante para un estudiante de Derecho es inculcarle que para cualquier materia que vaya a litigar, siempre va a prevalecer la justicia.
– Cualquier persona puede memorizar las normas, pero no cualquiera puede interpretarlas, como lo hace un buen jurista. El mayor reto para un abogado es poder interpretar las normas de manera imparcial.
Como una pequeña conclusión puedo decir que, de nada sirve estudiar Derecho, si no estamos interesados por la justicia, el mundo está lleno de licenciados en Derecho, pero no de ABOGADOS.
Luis Manuel Domínguez Ramos
Siendo Contador Público hijo de una familia que había tenido un Abuelo materno con rancho; con un juicio sucesorio intestamentario acumulado terminado, empezamos a recibir demandas en casa de personas que habían comprado parte del casco de la hacienda que en teoría había sido vendido en su totalidad por parte de mis tíos herederos.
La albacea al día siguiente que se recibe el primer emplazamiento se va a Estados unidos. Empiezo mi misión en la vida: aprender lo necesario para investigar que pasó con ese rancho supuestamente vendido. A vuelta de 20 años de haber estudiado la carrera de Derecho y como reto personal descubrir que había pasado en el juicio sucesorio y en todas las ventas. He descubierto fraudes, contubernio con notarios, falsificación de contratos, errores materiales en el registro público, fideicomisos susceptibles de anularse, escrituras hechas por notarios usurpando funciones del notario titular. Existencia de hectáreas restantes y adeudos millonarios de prediales aún a nombre de la familia.
He ganado ya algunos amparos, recuperé una parte, obtuve prescripciones y caducidad en el cobro de prediales ahora voy a anular escrituras continuo capacitándome en You Tube e instagram y voy por mi maestría en derecho constitucional y derechos humanos.
Luis Roberto Ibarra Espino
Si sientes dentro de ti un golpe, que ni siquiera puedes describir, la boca seca, el ritmo cardiaco acelerado, ante las injusticias que ves, mientras tu cerebro ya está buscando, dentro de los conocimientos que le has brindado, el artículo exacto, que ayude a tu cliente, la ley perfecta, que preste apoyo.
Puedes decir, que tienes la pasión y vocación, para esta hermosa profesión.
El Derecho no es una ciencia exacta como matemáticas, donde siempre llegas al mismo resultado si lo ejecutas bien. Y fórmulas de comprobación, que confirman que estás en lo correcto.
El Derecho tiene tantos criterios, de todas partes, que según sepas defenderlos, serán aceptados o no.
Será dura la tarea de saber que por más preparado que vayas, habrá que tomar decisiones en segundos, que impactaran en la vida de tu defendido, entenderás, que sería más fácil aprender una fórmula matemática, que aceptar que debiste elegir una defensa pasiva, o no confiar en el fiscal, o en el testigo que traiciono, veras inocencia en prisión y culpabilidad en libertad, cargando ese peso en hombros, por cada cliente que confíe en ti.
Y no mi amigo, aquí no hay comprobación, para estar seguro que lo hiciste bien.
Mariza Álvarez Vargas
Lorenzo Sánchez Francisco
El porqué de mi alegato de clausura
Nervios, emoción…, tenía una “chispita” en mi ser a raíz de que en la última audiencia de desahogo de prueba el fiscal me había dicho – dirigiéndose a mi colega– “¡güey, yo no traigo chalán!”, pero su lenguaje corporal fue más despectivo hacia mi persona. Esto me incentivó más.
Rumbo a la sala de juicio oral: recordaba mis horas de lecturas en el caso de la francesa, de Colosio y, por supuesto, el asunto penal que estaba por terminar. Así como los consejos de los grandes abogados/juristas Couture, Erik Rauda, Carbonell… de leer y estudiar. Recordé a mis papás (papá a lo mucho conoce 20 palabras en español, mamá 10 palabras), por ellos y por mi esposa obtuve valor suficiente.
Fueron los motivos aquel día para ser enérgico ante el Tribunal de Enjuiciamiento para resumirle respecto a la insuficiencia probatoria de fiscalía como para enervar la presunción de inocencia del acusado. Además, argumenté la existencia de duda razonable.
Ulteriormente, dentro de las 24 horas el Tribunal absolvió al acusado de homicidio en grado de tentativa, contra la salud y portación de arma de fuego sin licencia.
¡Mi primer juicio oral federal fue magnífico!
La madre de todas las batallas
Víctima protegida, grupo vulnerable, menor de edad, para la ley. Amanda, dulce niña, siete años de edad, ante mis ojos.
Leo, subrayo, razono. Lloro, lloro, lloro…
Evidencias llegan a mis manos. Te veo, tu sonrisa quebrada, tus ojos opacos, tu piel lastimada. No podré continuar. Busco en mis apuntes de la carrera, algo debo encontrar, me debieron enseñar cómo actuar en estos casos. Leo: “¿cómo cobrar honorarios?”, “Los casos complejos”, “¿Cómo litigar?”. No Amanda, no encuentro nada que me ayude en este momento. No me prepararon para afrontar este tipo de situaciones.
¿Continuar? Lo haré por ti. Litros de café, lagrimas recorriendo mis mejillas, impotencia, dolor…Aún no me conoces Amanda, yo te conozco bien.
Miércoles 12 de enero 2021 08h00
- Mucho gusto Amanda.
No alzas tu mirada, lo sé, estás asustada. Lamento que te hayan hecho tanto daño que ahora, vivir en alerta sea tu única opción. Hoy lucharé para ti y para que otras no sean ultrajadas.
Miercoles 12 de enero 2021 10h00
El juez dicta sentencia.
- Culpable. Abuso sexual.
Amanda, lo logramos. Me encantaría que comprendas. No te harán más daño.
Atte.: Tu abogada, quien, antes que profesional, es humana.
Mikaella María Sassen van Elsloo Orozco
Salvavida en cuarentena
Sentada en una silla vieja, en su caluroso cuarto de un pequeño y casi ignorado país de Centroamérica. Nadia, quien recién había celebrado su cumpleaños. Veía las noticias en la televisión, observando como el mundo se convertía en un caos, al igual que su vida después de perder su empleo de mas de catorce años.
Mientras se anunciaba un encierro de largo tiempo, ella buscaba en el cajón de sus recuerdos una esperanza, una nueva razón para continuar. Y como un bello salvavidas, llega un anuncio en su red social. Se abría convocatoria para ingresar a la Universidad Nacional de su país. ¡Una locura! Exclamó. Su mente se lleno de preguntas sin respuestas lógicas. ¿No tengo edad para otra carrera? ¿No encajaré con los jóvenes? ¿Qué estudio?
Se inscribió, paso el examen difícil de admisión en la Facultad de Jurisprudencia. Y sin saberlo comenzó una de las mas maravillosas etapas de su vida.
Año 2022. Nadia destaca como muy buena estudiante, rodeada de libros, diccionarios y por sobre todo La Constitución, es representante en dos materias de clase, encajando perfecto con sus compañeros, teniendo una nueva pasión. Estudiar Derecho en la Universidad Nacional de El Salvador.
Nadia Milagro Alvarado
Networking y negociación
Como es sabido, con cada nueva gubernatura comienza una nueva administración. En noviembre de 2021, acudieron a mí un par de personas que acababan de ser despedidas por “órdenes de arriba”.
Como siempre, primero les hice una entrevista. Me gusta que sea un relato libre, en el que se explayen, se desahoguen, expongan sus dudas y sus intereses.
Su interés era no perder el ingreso que, hasta ese momento, percibían. Les era indiferente si continuaban o no la relación laboral. Como es de suponerse, ellos querían demandar a la institución para que les pagaran lo que por ley les correspondía.
Sin embargo, les explique que un juicio sería largo, tedioso, y que no era la única manera de conseguir lo que querían. Les comenté que podríamos negociar su “liquidación” y que, además, podría hacer que los instalaran en otro lugar con una percepción similar a la que tenían.
Ellos aceptaron la oferta y llegamos a un buen arreglo económico con su antiguo empleador. En menos de una semana, ellos recibieron el “aguinaldo” más grande de su carrera y continuaron recibiendo su salario. Enseñanza: Una buena red de contactos, una detección de necesidades y conocer medidas alternas, hacen la diferencia.
Omar Alejandro Aguilar Ponce
El devorador de la ley
Me encontraba estudiando para un examen de la carrera. Ese día me puse a pensar en el futuro, y, lo que más me consternó dentro de mis pensamientos, era entender lo que tenía que saber como abogado. En ese momento, creía firmemente que el abogado ideal es el que conoce todo el marco legal mexicano, algo considerado como una tarea imposible de alcanzar. Esto me causó la inseguridad de que mi intelecto no daría lo suficiente para lograr memorizar por completo la ley. Después de este percance mental, decidí ir a la biblioteca de mi universidad ya que ahí estaban los libros que necesitaba. Mientras repasaba, en mi cabeza resonaba mi incertidumbre, sobre todo cuando contemplo el inmenso librero con la legislación. En mi frustración, destruí los códigos que tenía a la mano, e hice algo extraño, empecé a comérmelos. Cada página que comía se impregnaba en mi cerebro, por lo que continué haciéndolo hasta devorar la ley. Estaba listo, sin embargo, el examen fue más práctico que teórico. Fue entonces que entendí que lo más importante como abogado no es memorizar todas las leyes y códigos vigentes, sino aprender cómo funcionan en la práctica del derecho en nuestra sociedad.
Omar Gerardo Baltazar Ruiz
Un mar de oportunidades, solo un barco para navegar
La tarde de un 20 de octubre sumergida en un viento con el sello de otoño. Un buen café, mi compañera de apuntes y mi computadora, elementos perfectos para disfrutar de una catedra de amparo, me escabullo entre la norma autoaplicativa y heteroaplicativa. Será… ¿Fiscal? ¿Penal? O ¿Civil? De repente, se apodera de la tranquilidad un sonido atónito, tal vez mamá preparando la cena, probablemente la música del vecino, o ¿Por qué no una notificación de WhatsApp? Un debate interno se desata en mí, no logro controlarlo, la curiosidad me derrota. Suena nuevamente una y otra vez. Al final caí, sostengo mi celular y observo que la remitente adjunta: VIII CONCURSO NACIONAL DE JUICIO ORAL Y AUDIENCIAS PRELIMINARES ¿Te unes? Una revolución da inicio en mis pensamientos, sonrío de una forma tan cándida como la luz de las mañanas, un reto se aproxima ¿Seré capaz? ¡Claro que sí! De la nada, capuchina sube a mi escritorio lanzándome un sensible maullido, la veo a los ojos presenciando una experiencia inigualable, única en la vida. Noches de desvelo, horas de lectura, jurisprudencia, teoría del caso, medidas cautelares, códigos y constitución. Concluyo, hoy más que nunca fiscalía me espera con una gran esperanza.
Oscar Emilio García Hernández
Oscar Ricardo Suarez A.
Cuando tenia 8 años, tuve una experiencia que marcaría el destino de mi vida.
Al escuchar este relato conocerán un proceso que identifica lo común y lo extraordinario del desarrollo personal, el cómo entendí el origen de un futuro que no he terminado de concretar y tiene que ver todo con el derecho.
Recuerdo que me encantaba salir a la calle, un barrio de nivel socioeconómico medio, donde la mayoría de los vecinos eran persona de trabajo, pocos profesionistas pero gente muy trabajadora.
Compartíamos con familias, en esta colonia con pocos años de haberse fundado, mis padres fueron de las primeras parejas en colonizar la colonia con apenas 800 casas, enclavado en naucalpan en Estado de México rodeado de barrios a los que decían peligrosos.
Me gustaba salir con mi bicicleta, una bicicleta nueva con forma de moto, este punto es importante pues es el origen de todo. Al dar una vuelta en ella, un vecino de estos chicos rudos y agresivos, comenzó a insultarme y agredirme, en ese momento no supe por qué, con el tiempo comprendí qué hay situaciones que molestan a personas con las que convivimos, la imagen y la personalidad son fundamentales en el reflejo de nuestro ser.
Bueno, pues sin entender que sucedía baje de mi bicicleta y le hice saber que no comprendía por qué me insultaba cuando de pronto como un toro se desbordó hacia mi tupiéndome a golpes, después de una buena zarandeada y un ojo morado fui corriendo a casa, al llegar mi madre con admiración me pregunto que había pasado, antes de terminar mi descripción de los hechos, salió más rápido que de prisa, cuando reaccione ya estaba mi madre reclamándole al chamaco que en ese momento yo lo veía de la misma estatura que ella, cuando de pronto y no se de donde la hermana de él pequeño delincuente, ya estaba también golpeando a mi madre, el hecho fue de tal trauma que hoy a mis 48 años sigo recordando como una película está bizarra escena en la película de mi vida.
Después de la desgreñada nos volvimos a casa, mi padre en ese tiempo regresaba a casa casi de noche, pero habrá tenido menos de 10 min de estar en casa y mi madre apenas empezaba a platicarle lo que sucedió cuando escuchamos patadas y golpes en la puerta de la casa, mi padre no quiso salir.
Parecía que todo había acabado ahí, pero resultó que no, después de unas semanas, un grupo de policías llegaron a casa y se llevaron a mis padres detenidos, pues estas personas los acusaron de intento de asesinato, intento de violación y allanamiento de morada, fue una experiencia tan pero tan desagradable.
En pláticas que solo entendía como niño, descifre que un conocido de esta familia agresora tenían un contacto periodista quien les ayudó a realizar las denuncias y apoyarse de contactos para detener a mis padres.
Todo esto me hizo tomar la decisión de integrarme al mundo laboral del periodismo, estudie administración de empresas y entre a trabajar a un periódico local, ahí tome experiencia como comunicador, estudie periodismo y trabaje por muchos años en los medios, con el tiempo me di cuenta que los abusos de poder no solo se pueden tratar desde este punto de vista de la opinión pública, me gusto prepararme y tome un gran número de cursos referentes a la comunicación y al derecho, a las silencias de la comunicación, el diseño, el Marqueting, me centre en la constitución política, en la ley federal del trabajo, me he ocupado de comprender y entender un gran número de normas, leyes, reglamentos y normas.
Hoy comprendo bien que la libertad está en la preparación y en los conocimientos, este acervo es un poder que nos da oportunidad de tener un mejor razonamiento, para ser más mesurados y compartir el derecho que incluso los tratados internacionales han mercado nuestros derechos, situación que no termina por comprenderse socialmente.
Hoy veo el derecho como una estructura básica y general en nuestras vidas que si bien es indispensable conocer los derechos también es una buena oportunidad para comprender qué hay una gran diversidad de alternativas en las ramas del ejercicio de los profesionales y profesionistas en una gran, gran cantidad de áreas.
El derecho es el futuro que marcará nuestra sociedad, una sociedad con respeto a los demás, nuestro entorno natural y la convivencia responsable con todos y cada uno de los seres.
Para mi es una necesidad, el saber más sobre el derecho, litigar, conocer más aspectos y alternativas, son momentos difíciles económicamente y tenemos que ser hábiles, tenaces para poder acceder a las necesidades.
Es por eso que les envío este relato tengo un enorme entusiasmo por acceder a los fabulosos premios que estimulan de maravilla el entusiasmo por ser beneficiado.
En fin me quedan diez minutos para que termine la oportunidad de enviar este escrito, por eso lo termino, pero aún tengo mucho que decir.
Saludos y que Dios les bendiga.
Mi mejor cliente
Era un joven y recién egresado abogado que “gastaba suela” visitando juzgados, siendo paso obligado una esquina en la que Don Juan, de avanzada edad y modesta condición, ofrecía paquetes con semillas de girasol, y siempre me saludaba con una sonrisa.
Una mañana se dirigió a mí: “¿puedo platicar con Usted mi lic.? Me expuso tenía una pequeña nieta a su cuidado, pues su hija había fallecido, y el padre, adicto a las drogas, se la quería quitar.
La “narrativa jurídica” es lo de menos: se obtuvo la guardia y custodia legal y después la patria potestad. No obstante sus insistencias, jamás cobré a Don Juan.
Muchos años después tocó las puertas de mi oficina una joven cargando una lata. Era aquella niña, la nieta de Don Juan, para comunicarme su abuelo había muerto, y le había pedido me buscara para agradecerme y entregarme esa lata, llena de monedas, que Don Juan ahorró durante muchos años para cubrir mis honorarios.
Jamás conté la cantidad; la doné a un asilo de ancianos. Lo que en realidad contenía no era dinero, sino el honor y dignidad de un hombre –mi mejor cliente- que dejó en mí una marca indeleble.
Rodolfo Sandoval Peña
Themis
Themis deja caer su espada, retira lentamente la venda de sus ojos y al mirar a su alrededor, no puede evitar el llanto. Le han robado la balanza y destruyeron su libro. Desanimada, sin fuerzas, levanta el pie y libera a la serpiente.
Sayra Julissa Loera Guerra
Audiencia de protocolo
La audiencia ha iniciado y yo muero de nervios. Observo con curiosidad toda la sala, mientras me sostengo con ambas manos del borde de la silla. Balanceo mis pies que apenas rozan el piso. Miro de reojo a la psicóloga. ¡Que incomodo! Las manecillas del reloj que está en la pared, hacen demasiado ruido. ¿Qué es lo que esperan? ¿Por qué no comienzan a hacerme preguntas?
Porque a eso he venido. Mamá me ha explicado la necesidad de traerme a este lugar, para decirle a la jueza todo lo que pienso sobre el divorcio y los problemas que vivimos como familia, desde la noche en que tuvimos que salir huyendo de casa, para protegernos de las reacciones de papá cuando sale a beber con sus amigos. Pero ¿qué diré? ¿Será buena idea contar todo lo que he escuchado y visto? ¿Y si se llevan a papá a la cárcel? ¡Él no es malo! A veces se enfada, pero cuando está de buen humor, me hace reír, me compra cosas, juega conmigo y me lleva a pasear. Yo no quiero que le pase nada. Pero tampoco quiero ver a mamá llorando de nuevo. ¡Diré la verdad! Tal vez, sirva de algo…
Socorro Guadalupe Arreola Palma
Abogado no es aquel que lo cree saber todo, abogado es quien diariamente está en aprendizaje.
Abogado no es el que engaña a las personas, abogado es el que asesora con calidad en la palabra.
Abogado no es el que realiza el trabajo por cumplir,
Abogado es el que aún entregando el mejor trabajo cree que puede mejorarlo aún más.
Abogado no es sólo el que concluyó la licenciatura en derecho, abogado es el que pone en práctica los conocimientos.
Abogado no es al que se le “fueron los tiempos”, abogado es aquel que la puntualidad es su hábito.
Abogado no es el más intimidante, abogado es aquel que su sabiduría lo respalda.
Abogado no es el que le “pone el pie” a otros colegas, abogado es aquel que les ayuda para que también crezcan.
Abogado no es el que hace “malas prácticas”, abogado es el que tiene sus valores bien plenos como la raíz de los mismos árboles.
Abogado no es el que envidia mal a otro por ser mejor, abogado es el que siente inspiración, se prepara y lo hace mejor.
Ser abogado es corazón, son valores, son las personas que nos piden apoyo, nunca olvides sentir pasión.
Víctor Gabriel Flores López
Yamel Limón Cruz
Mi mamá relata que una tarde mientras lloraba y trabajaba, su compañera le preguntó que tenía, después de contarle, juntas buscaron a una abogada, ella descubrió que no existía tal juicio de arrendamiento entablado, los habían timado, con poco tiempo les recuperó el inmueble, pero sobre todo les recuperó la paz. Así que este sería un reconocimiento a esa abogada, que mi madre no recuerda el nombre, es agradecimiento eterno de toda la familia, mi reconocimiento a esos abogados incorruptibles, porque hoy aun aspiro a ser como ella, aun con el paso de los años, siempre aspiro a ser mejor abogada.
Cuando era niña, mis padres daban en renta unos locales, con eso mantenían a nueve hijos, todos estudiantes. Una noche vi llorar a mi padre, aún recuerdo ese momento y me entristece. Mis padres a solas, hablaron de que el juicio de arrendamiento, al que le invirtieron tanto dinero, se había perdido, no sé si fue falta de interés, falta de conocimientos, falta de escrúpulos, de pericia o de destreza jurídica o todo junto, que los abogados perdieron. Mi padre en su desesperación tomó posesión del inmueble; no sabía que eso era delito, y más batallar con abogados.