Por Mercedes Carbonell Peláez

¿Qué hace a un país feliz? Aunque factores como la seguridad, el desarrollo económico, la estabilidad política y el acceso a servicios básicos de calidad, entre otros, tienen un impacto en la felicidad de una nación, no son determinantes. Otros elementos centrales en la medición de la felicidad son aquellos que están relacionados con la vida diaria de las personas: cómo se apoyan entre ellas, cuáles son las emociones que comparten y cómo enfrentan los retos en colectivo.

El World Happiness Index (Índice Mundial de Felicidad), que se publica cada año en el World Happiness Report, es una clasificación global que mide el bienestar de la población en más de 140 países. Su método parte de una idea sencilla pero potente: preguntar a la gente qué tan satisfecha está con su vida usando la llamada Escalera de Cantril. En este ejercicio, las personas deben imaginar una escalera con peldaños que van del 0, que representa la peor vida posible, al 10, que simboliza la mejor. Luego, cada quien decide en qué peldaño siente que está. Este formato da libertad para que cada persona defina, según su experiencia, qué es lo que realmente importa en la vida. Además de esta evaluación personal, el índice toma en cuenta otros factores clave como el PIB per cápita, el apoyo social, la esperanza de vida saludable, la libertad para tomar decisiones, la generosidad y la percepción de corrupción.

En la edición de 2025, los países nórdicos lideraron nuevamente el ranking: Finlandia ocupó el primer lugar con una calificación de 7.74, seguida de Dinamarca, Islandia y Suecia. En esta ocasión destaca que dos países latinoamericanos lograron entrar en el top 10: Costa Rica, en sexto lugar, y México, en décimo.

De acuerdo con el reporte, en México la sociedad combina fuertes lazos familiares y comunitarios con una percepción alta de apoyo social. Estos factores ayudan a compensar los retos económicos que enfrentan las y los mexicanos, lo que permite, a su vez mantener un nivel de satisfacción de vida superior al de la mayoría de los países de la región.

Este reconocimiento global coincide con los resultados de los Indicadores de Bienestar Autorreportado de la Población Urbana (BIARE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este estudio mide cómo se sienten las personas encuestadas en su vida cotidiana a través de tres dimensiones:

• Balance anímico: Mide el estado emocional del día anterior en una escala de -10 a 10. En noviembre de 2024, el promedio nacional fue de 5.1; sólo el 6.8% de la población reportó un balance negativo, mientras que el 54.5% obtuvo más de 5 puntos, reflejando mayor presencia de emociones positivas que negativas.
• Satisfacción con la vida: Evalúa la satisfacción general con la vida y en aspectos específicos como vivienda, relaciones personales, logros en la vida, perspectivas a futuro y ocupación. El promedio nacional fue de 8.6.
• Eudemonía: Explora el sentido de propósito, realización personal y resiliencia de las personas. Los enunciados con mayor acuerdo fueron “Soy una persona afortunada” y “Soy libre para decidir mi propia vida”, ambos con 9.4. Otros enunciados destacados fueron “Lo que hago en mi vida vale la pena” y “Tengo un propósito o misión en la vida” (9.2) y “Tengo fortaleza frente a las adversidades” (9.0). El enunciado con menor acuerdo fue “Cuando algo me hace sentir mal me cuesta volver a la normalidad”, lo que muestra la capacidad de resiliencia emocional.

México es un país feliz incluso frente a los retos. México es un país feliz incluso a pesar de las deficiencias del Estado como la desconfianza en las instituciones públicas, los problemas de seguridad, la escasez de agua, la corrupción, la pobreza y los demás problemas políticos, económicos y sociales que aquejan a las diferentes regiones del país.

Este lugar en el ranking mundial y los datos del INEGI no significan que todo esté bien, sino que nuestra felicidad se construye desde otro lugar: en la fortaleza de nuestras familias, en la solidaridad de nuestras comunidades y en una resiliencia que nos permite seguir adelante aun en escenarios complicados.

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